jueves, 4 de agosto de 2011

Documento Mapuche, Importante


Ginebra, 13 de julio de 2011

El CAI, organización de base del pueblo mapuche conformada a mediados de la década del ’80, busca advertir a los organismos de aplicación de las normas de protección de los derechos de los pueblos originarios y a la opinión pública iinternacional sobre en nuevo escenario político e institucional que se cierne en el sur del continente americano en perjuicio de las libertades públicas

Indice del documento:

• Pueblos originarios en Argentina. Mirada general.
• Pueblo mapuche. Mirada general.
• Violencia represiva y prácticas terroristas del estado de Río Negro contra el pueblo mapuche.
• Violencia represiva sistemática y prácticas terroristas del estado de Río Negro contra la población civil en San Carlos de Bariloche.
• Violencia represiva del estado de RN contra sectores de los pueblos y su articulación con el despojo estratégico del territorio.

Pueblos originarios en Argentina. Una mirada general.

Aunque excede las intenciones de esta presentación, consideramos elemental dejar planteado que los pueblos originarios (PO) que vivimos en la juridicción de lo que hoy es reconocido como Estado Nacional Argentino lo hacemos ante la negación sistemática de nuestros derechos y nuestra existencia misma por parte de todas y cada una de las instituciones, instancias y poderes que conforman este estado republicano.
Hay un abismo entre los importantes y trascendentes avances del marco jurídico internacional de reconocimiento a los derechos de los PO, al que Argentina adhiere, y su falta de aplicación concreta en el plano interno. El modelo de estado-nación argentino que se sostiene en esta etapa histórica -que exhalta la argentinidad y patriotismo, entre otros ejes-, desalientan y anulan una auténtica aceptación del conjunto de la sociedad criolla de nuestra existencia como pueblos preexistentes.
Otro de los ejes del gobierno del estado central que generan profunda confusión, tanto a nivel de la opinión pública internacional como en vastos sectores sociales internos –incluso al interior de los propios PO-es la política de derechos humanos desplegada después de la crisis de gobernabilidad de diciembre de 2001 (el año de los cinco presidentes).
La anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida fruto de la demanda y movilización popular, y la consecuente apertura de los Juicios por la Verdad, cristalizaron una concepción restringida de los alcances de los derechos civiles y libertades públicas. A la vez, en el pensamiento dominante operó como un cerrojo a entender, discutir y aceptar nuestros derechos propios y específicos como PO, pretendiéndose subsumirse nuestro derecho a la vida plena y libre a un “problema” de DD.HH.
En pocas palabras, de norte a sur, de este a oeste en Argentina, el Estado y el capital privado interviene en los territorios ancestrales sin cumplir jamás en ningún caso del que tengamos conocimiento con el deber jurídico internacional de celebrar las consultas previas, libres y debidamente informadas, tal como establece el Convenio 169 de la OIT e insta la relatoría especial para los derechos y libertades fundamentales de los PO a su cargo.
Nuestra lucha cotidiana es por la vida –en peligro tanto por el hambre extremo como por la represión directa de las fuerzas de seguridad pública o grupos parapoliciales- y por la permanencia en los pocos espacios territoriales propios, los que conservamos después de las guerras de exterminio y creación del estado y los que estamos recuperando en nuestro proceso de recomposición interna como pueblos, especialmente en los últimos 25 años.
En ese marco, estamos lejísimos de discutir en Argentina un sincero y verdadero reconocimiento a nuestro derecho a la libre autodeterminación como pueblo luego de la adopción de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de 2006, que Argentina aprobó e hizo propia.
A 17 años de aprobada la reforma a la Constitución Nacional, que incluyó el artículo 75 de reconocimiento de los pueblos preexistente, la inmensa mayoría de los funcionarios públicos de los tres poderes del estado nos niega y desconoce en nuestros derechos propios y específicos, en una situación tan cotidiana como degradante, cuya descripción y análisis excede la intención central de esta presentación.

Pueblo mapuche. Mirada general.

Como PO del sur del continente somos prisioneros de dos estados nacionales, el de Argentina y de Chile, los que se constituyeron sobre nuestros territorios y millares de vidas con las guerras militares de sometimiento y asimilación forzada y forzosa durante el siglo XIX.
En el proceso actual de reconstitución de nuestra existencia como pueblo en la parte del Este del territorio ancestral, la que identificamos como puelmapu, existen comunidades y expresiones organizadas en las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Mendoza, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Río Negro.
La situación en cada zona está ligada a un doble proceso: al propio como mapuche con su experiencia, desarrollo organizativo y político y pensamiento, así como a los proyectos de Estado, ideología dominante y legislación de cada provincia.

Desde nuestra experiencia desde lo que hoy es la provincia de Río Negro vemos que, en general, hay tres respuestas centrales desde el estado nacional y los provinciales a nuestras demandas en todo puelmapu:

• la negación especialmente a nuestro derecho al territorio en defensa irrestricta de la propiedad privada;
• nuevas formas de asimilación, inserción o cooptación dentro de los distintos estamentos del estado; y,
• nuevas formas de ejercer la coacción física, directa y/o mediada por el estado que incluyen prácticas de terrorismo de estado que están siendo legitimadas como compatibles con el estado de derecho y la vigencia de los DD.HH.

A la vez, emerge y se legitima pública y políticamente un pensamiento hegemónico autoritario, racista y antidemocrático que claramente pretende situarnos como “enemigo interno” , en consonancia con las ideologías y construcciones de poder en América Latina que pretenden darse como históricamente superadas.
En 1998, bajo la presidencia de Carlos Menem (Partido Justicialista), el máximo responsable político de la Sociedad Rural Argentina de entonces Enrique Crotto llamó a “prevenir” la experiencia de tomas de campos improductivos del movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil y a “tener mano dura” con estas prácticas en todo el Mercosur .
Esa línea estratégica que pretende instalarnos como “enemigo interno” fue resucitada por voceros del poder económico regional sin que ningún poder del Estado los interpelara por apología del delito y violatoria de los estándares democráticos mínimos alcanzados en Argentina desde 1983. Por el contrario, el poder regional aceptó y legitimó esa avanzada del lobbyng de la propiedad privada que se manifestó en Chubut, Neuquén y Río Negro en réplica a los avances territoriales del pueblo mapuche:

• En 2002 se realiza en Leleque, Chubut, el desalojo de Rosa Nahuelquir y Atilio Curiñanco de una fracción recuperada a la terrateniente empresa Benetton de capitales italianos. La Sociedad Rural de Esquel, en una solicitada, advirtió que si se volvía a violar la propiedad privada volvería la violencia al país . Al año siguiente, en mayo, un día antes que un Juez Correccional de Esquel diera su fallo respecto a la acción civil (el matrimonio mapuche había sido absuelto en la causa penal) la Federación de Sociedades Rurales del Chubut publicó una solicitada en los periódicos del noroeste de Chubut en la que llama a “evitar las tentaciones de encontrar inadmisibles atajos por vías del quebrantamiento del estado de derecho”, a la vez que advirtió que es “la seguridad jurídica el fundamento que propicia las inversiones”. En esa misma tendencia después la Sociedad Rural Tehuelche lanzó un “Llamado a resistir las usurpaciones de tierras en el campo legal” .
• A fines de 2008 Pedro Laurentino Duarte, ex juez federal durante la última dictadura militar y apropiador de una fracción del territorio en la cordillera neuquina, anunció públicamente la utilización de un grupo armado privado y meses después lo usó contra una comunidad ;
• En enero de 2009, durante la 67 Exposición Rural y Feria Ganadera organizada por la Sociedad Rural de Neuquén en Junín de los Andes, ante la vicegobernadora de Neuquén Ana Pechén dirigentes ruralistas repudiaron la metodología de protesta del corte de ruta y defendieron la propiedad privada que consideran amenazadas por las reivindicaciones del pueblo mapuche .
• En setiembre del mismo año, los intendentes de dos localidades cordilleranas participaron de un grupo de presión civil contra las recuperaciones territoriales mapuche en Neuquén, tras lo cual Carlos Sapag (empresario, proveedor del estado, usurpador de fracciones del territorio mapuche), hermano del gobernador provincial en ejercicio, asegura que existen grupos mapuche armados financiados desde el exterior y alerta sobre un presunta creación de estado mapuche secesionista .
• A la vez, en Río Negro, en octubre del mismo año la Sociedad Rural de Bariloche y de Maquinchao reclaman al gobernador Miguel Saiz por “la radicalización del accionar de ciertos sectores de grupos indígenas (que) pone en crisis la armonía y la paz social” y advierte que “la tensión constante generadas por estos sectores radicalizados no descarta la amenaza de enfrentamientos y hechos de violencia entre propietarios e indígenas”. Entre otras cosas exigieron a los poderes “el respeto de la legalidad, la igualdad ante la ley, el derecho a la propiedad (privada no comunitaria se deduce) y la debida defensa del marco del Estado democrático de Derecho” , el que suponen amenazado por el pueblo mapuche debería interpretarse.
• En noviembre de 2009, la Federación de Sociedades Rurales de RN se reunió con la Comisión Interpoderes de la Legislatura reclamando “seguridad jurídica para la propiedad privada” y que persigan judicial y políticamente “las usurpaciones de campo” . Al finalizar la reunión, el legislador oficialista Rubén Lauriente, él mismo poseedor dudoso de una fracción del territorio, convalidó que los ruralistas “son los verdaderos dueños” los que “no saben qué hacer ante las usurpaciones” , exhibiendo un desconocimiento total y absoluto de la legislación aprobada por el cuerpo institucional que integra.
• En esta escalada de negación y ataque es que debe leerse e interpretarse la apología de la violencia que ejerció con total impunidad en marzo de este año el socio y administrador del empresario británico Charles Barrington Lewis en Argentina. Durante una movilización patronal en Viedma, capital de Río Negro, Nicolás van Ditmar , administrador de Hidden Lake SA, públicamente hizo la apología de la violencia al anunciar que de ser necesario usarán “el Winchester para defender la propiedad privada” , la que al parecer consideran amenazada por la justicia local en el conflicto por el acceso público al lago Escondido que quedó atrapado en el primer campo que compró Lewis en la región. Luego de asegurar que “el camino puede ser la justicia por mano propia” y que “va a correr sangre”, el propio gobernador de la provincia dejó su despacho oficial, se trasladó a la plaza pública donde se mantenía el acampe patronal, y abrazó públicamente a van Ditmar . El pacto de impunidad quedó sellado a la vista de todos y seriamente debilitada la independencia del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro.

Este es el marco ideológico y político de la negación y represión a la demanda histórica del pueblo mapuche en la región, que se perpetra en los aislados escenarios del campo y ante el silencio absoluto de parte del gobierno central.
La militarización del territorio y ataque armado sistemático durante un mes contra prácticamente toda la población civil de la localidad de Corcovado, Chubut, en marzo de 2008 , y el cercamiento y persecución armada durante tres meses a la comunidad mapuche Paisil-Antreao de Villa La Angostura , Neuquén, entre diciembre de 2009 y marzo de 2010 especialmente, lo vivimos e interpretamos como ensayos de terrorismo de estado bajo un “estado de excepción” , esta forma contemporánea de vacío de poder que pone en suspenso los derechos y garantías de los ciudadanos, cuya forma más dramática y perfeccionada se desplegó en Bariloche en junio del año pasado.
La gravedad de los sucesos impunes de Bariloche, la absoluta indefensión física, jurídica y política en que vivimos vastos sectores de la población civil y la preocupación ante la escalada de violencia desde el estado son los motivos centrales de nuestra presentación en esta oportunidad ante esta Relatoría.


Violencia represiva y prácticas terroristas del estado de RN
contra el pueblo mapuche

El pueblo mapuche tiene en su memoria histórica un aprendizaje y un dolor que nos permite establecer una correlación (política, ideológica, institucional) entre el plan de aniquilamiento sistemático de la guerra de conquista del siglo XIX y los casos testigos del presente, en plena legalidad y legitimidad democrática.
En el contexto contemporáneo de la vida, resistencia y avance del pueblo mapuche, el paradigma político de violencia física y simbólica es el desalojo del territorio. Antes de la legalidad y legitimidad democrática actual, se ejecuta el robo y despojo liso y llano de los campos. Hoy, mediado por la lucha nuestra y la vigencia de un estado de derecho, entre otros elementos, el modelo de ejecución del despojo “legal” es el desalojo y la compra-venta compulsiva.
Por eso, queremos advertir como un instrumento institucional –tal como una orden de desalojo- es, en la práctica, la oportunidad legal de ejercer terror desde el Estado que la materializa.

Casos en Río Negro que queremos plantear, los que a nuestro criterio debieran profundizarse en su análisis:

• Lof Loncón, paraje Tres Cerros, Comallo.

Un juez de Cámara de General Roca ejerce el despojo de una fracción del territorio mapuche ubicado a unos 80 km al este de San Carlos de Bariloche. La justicia ordinaria de Bariloche ordenó en dos oportunidades el desalojo de la fracción en conflicto, en un proceso viciado de nulidades que estamos discutiendo. La formalidad legal de los desalojos no se cumplieron, lo que se agravó con la forma en que la policía provincial ejecutó ambos procedimientos, el primero en diciembre de 2008 y el segundo en 2009, ambos resistidos por el lof.
Más de veinte efectivos de la policía de RN, con armas largas, irrumpieron en la zona rural ante tres jóvenes mapuche, aislados, sin ningún tipo ni posibilidades de comunicación desde ese lugar. Dos mujeres fueron sometidas por la fuerza, humilladas y vejadas en el interior de la ruka de piedra de donde fueron obligadas a salir y “rendirse” con el uso de gases lacrimógenos. A la vez, uno de los muchachos debió correr unos 9 km a campo traviesa protegiéndose de la persecución con disparos de armas policiales. Las mujeres fueron detenidas y encarceladas algunas horas en un procedimiento que bien puede considerarse privación ilegítima de la libertad. Todo sin una autoridad judicial presente ni asistencia legal en el lugar.
El lof sostuvo la ocupación del campo en conflicto a pesar de la constante y sistemática persecución física. Un año después el mismo juez, con la misma policía de RN, volvió a ejecutar el desalojo del mismo lugar, con variantes en las prácticas de violencia.
Al no quebrar la voluntad y decisión del lof Loncón, el camarista usurpador contrató a un cuidador que opera como fuerza de choque constante contra los mapuche, el que cuenta con la total protección legal de la justicia de Bariloche que le dispuso una guardia protectora de la policía de RN. Es decir, al no prosperar los dos desalojos violentos, un funcionario público del poder judicial cuenta con la complicidad y colaboración efectiva de la justicia y de la policía para aterrorizar impunemente con armas de fuego, armas blancas, ataque a un niño de 12 años, a una anciana de 74, matar y dañar animales que son el sustento económico del lof, entre otros hechos.
Este lof no tiene garantías del Estado de Río Negro para la vida en su propio territorio. Todo lo contrario, es el propio Estado el que lo pone en riesgo cotidiano ante el juez usurpador y su puestero violento con guardia policial incluída.
El viernes 8 y sábado 9 de julio últimos un grupo armado irrumpió en el territorio aterrorizando al lof, situación advertida desde el CAI en innumerables ocasiones sin que se active ningún mecanismo institucional de protección. De todos modos, se formalizaron las denuncias penales .

• Comunidad Kospi, de Fiske Menuco.

Esta comunidad ocupa desde hace 80 años una zona de chacras junto a la margen norte del río Negro, a unos diez km del centro de la ciudad de General Roca. Una empresa privada se apropió de una parte costera de la chacra mediante métodos de engaño típicos por décadas en la región. En diciembre de 2009 la justicia ordinaria local hace efectivo el desalojo militarizando toda la zona e imponiendo un cerrojo durante varias horas. Cerca de cien efectivos del grupo especial BORA coparon el lugar para desalojar a cinco personas que ese día estaban en el lugar en conflicto, entre ellos un menor de 5 años y otro de 15. Varios vehículos policiales y efectivos bloquearon los caminos rurales de acceso de modo que impidieron que se acercaran a los desalojos organizaciones y personas solidarias que acudieron al alerta de las víctimas.
Hasta el día de hoy se mantiene la usurpación de la empresa, convalidada y legitimada por la justicia ordinaria que impidió durante meses tener acceso al expediente de la causa indispensable para replantear la defensa en marco de las normas internacionales de protección de PO.

• Cristian Lleiful, del lof Lleiful de la meseta de Somuncura

En mayo de 2010, en el marco de un encuentro social en el paraje rural El Caín , un miembro del lof Lleiful fue privado ilegítimamente de la libertad por 48 horas por la policía de RN con asiento en el lugar. Todas las afirmaciones hechas por la policía durante el ataque con golpes nos permiten asegurar que fue un hecho de persecución ideológica (por su autoidentificación como mapuche) y política (por su pertenencia a nuestra organización).
El hecho fue convalidado y legalizado por funcionarios del Poder Judicial del paraje. Permanece impune hasta el presente por inacción y obstáculo de la justicia ordinaria y de la jefatura de la Policía de RN .




Violencia represiva sistemática y prácticas terroristas del estado de RN
contra la población civil en San Carlos de Bariloche

La madrugada del 17 de junio de 2010, una patrulla policial persigue a un grupo de jóvenes en un barrio popular de la ciudad turística argentina de mayor inserción en el mercado internacional, sin que mediara ninguna denuncia formal. Un policía ejecutó de un solo balazo en la cabeza, de atrás, a Diego Bonefoi de 15 años. Antes de informar a la familia de la víctima, alguna autoridad policial dispuso la instalación de un grupo de la BORA en el barrio, a metros de la vivienda del joven asesinado. Al conocerse el crimen estalla el dolor y la indignación popular, para cuya represión masiva ya estaba apostado el grupo especial. Dos jóvenes mas son asesinados en la calle con balas de plomo, siendo que la policía no está autorizada a usar munición letal en situaciones sociales de esta naturaleza. El clima de crimen y terror inagurado la madrugada del 17 se mantuvo a balazos durante las siguientes 48 horas, con innumerables tiroteos a mansalva, detenciones y persecuciones callejeras y en viviendas populares.


Los sucesos de junio de 2010 en Bariloche hicieron explícito, a nuestro entender, un uso diferenciado de la fuerza material del Estado en Río Negro tendiente a crear nuevas condiciones en la lucha por el control hegemónico en la que se conjugan la legalización de prácticas de terrorismo contra la sociedad civil y el despojo del territorio a escala masiva , entre otros elementos. Más precisamente, el gobierno de Miguel Saiz/Bautista Mendioroz (UCR) del Estado de RN impuso mediante el uso de la fuerza pública las condiciones su hegemonía en esta etapa.

Según la Multisectorial contra la Represión y la Impunidad de Bariloche conformada por y con los sucesos de junio:

“La violencia abierta de los sucesos de junio continuó en forma larvada hasta estos días, lo que vivimos, constatamos y documentamos en hechos cotidianos que expondremos. Los tres poderes del Estado intervienen –activa y directamente- en este estado de excepción fundado en el miedo, la persecución ideológica, las amenazas, la falta de protección real y de garantías para los sobrevivientes del ataque armado indiscriminado contra la población civil en las barriadas populares, entre otros hechos.

Los fines últimos de este estado de violencia deben mensurarse y analizarse por la naturaleza del victimario (el estado de RN, en este caso) y no por la de las víctimas que el discurso del poder hegemónico identifica y estigmatiza como “pibes chorros”, siendo que nuestros jóvenes son vulnerados en sus derechos elementales a la salud, educación, vivienda, trabajo para sus padres, a la más elemental vida digna” .

Esta Multisectorial analizaba a dos meses de los sucesos:

“(…) Se cometen y ejecutan crímenes de Estado en sentido político y en sentido jurídico estricto; decimos en plural porque son innumerables los hechos criminales de alcance masivo e indiscriminado tanto en sus daños como en sus efectos. (Entre ellos):

- la ejecución sumaria de Diego Bonefoi por parte de un policía de RN;
- la represión masiva a la protesta popular en rechazo al primer crimen;
- el asesinato de Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas con balas de plomo de las armas reglamentarias de policías de RN;
- el ataque con armas de diferente tipo y calibre a la población civil de las barriadas de El Alto ;
- el ataque frontal a la vivienda familiar de Diego Bonefoi ejecutado por varios miembros de la BORA que dispararon al interior, resultando herido en un ojo Sandro, padre de la primera víctima fatal;
- el secuestro, tortura, vejaciones, lesiones y robo a un número indeterminado de jóvenes de la ciudad en procedimientos irregulares y masivos de virtual cacería humana;
- la transformación de comisarías e instalaciones de policía en auténticos lugares de detención clandestinos;
- la militarización del territorio: movimiento combinado de cerrojo policial a las barriadas de El Alto impidiendo el libre acceso al área del Centro Cívico de nuestra ciudad y repliegue de los gobiernos (Municipal, Provincial y Nacional) en la ciudad, lo que la convirtió en una total zona liberada no sólo en términos de seguridad pública sino en términos de ausencia de conducción de gobierno que quedó en manos de la policía de Río Negro;
- la falta de protección real de los heridos y testigos por parte de la justicia ordinaria;
- la falta de atención y de protección de los heridos por parte del sistema de salud público local (Hospital Zonal Ramón Carrillo);
- el estado general de persecución ideológica, política y judicial a los jóvenes de las barriadas populares en general, y de los denunciantes e integrantes de esta Multisectorial en particular;
- las amenazas de muerte, de sumarios administrativos y presión laboral a trabajadores estatales provinciales que disienten con medidas gubernamentales en el marco de esta protesta;
- la exacerbación desde el mismo Estado y sus hombres de posiciones sociales “de mano dura” y de “limpieza étnica” ilegales y violatorias de la Constitución Nacional y los tratados internacionales;
- abuso de autoridad;
- discursos y prácticas macartistas para con esta Multisectorial;
- el desalojo de los trabajadores del SPLIF en un operativo de madrugada al mando del propio Ministro de Gobierno Larreguy, con amenazas al personal que estaba de guardia en ese momento, para reubicar la Comisaría Nº 28;
- la participación de la policía rionegrina en actos políticos públicos de apología de los crímenes de El Alto, junto con concejales locales y representantes de gremios afines y Cámara de Comercio de Bariloche.

Con posteridad la política policial de represión y muerte fue ratificada en la práctica con la ejecución sumaria de otro joven en Viedma y el presunto suicidio de otro en un calabozo de El Bolsón , entre otros hechos impunes que alimentan la escalada represiva en toda la juridicción de la provincia .

A un año de los sucesos difundidos por la prensa internacional, solamente un cabo –el ejecutor de Diego- fue condenado por la justicia. Todos los demás hechos continúan impune, la gran mayoría no investigados ni siquiera considerados como merecedores de alguna reparación ante las víctimas. El gobierno provincial no separó de sus cargos a ninguno de los mandos operativos ni jerárquicos responsables institucionales de los sucesos. El gobierno nacional tampoco le pidió al provincial ninguna medida sancionatoria al respecto.

A ese panorama inicial, este año se plegó activamente la justicia ordinaria en la persecución política de los Familiares de las Víctimas de Junio y la Multisectorial:

• un fiscal de primera instancia inició en enero una causa de oficio en protección del edificio sede de los tribunales locales donde la movilización popular que se realiza los día 17 de cada mes aniversario pintó consignas de reclamo de verdad y justicia. La causa se centró contra miembros de los Familiares, los que están imputados en una causa penal. En el marco de esa investigación fue allanado por la policía provincial el domicilio particular de un familiar, cuya violencia moral motivó la reacción de otro y el consecuente inicio de otra causa penal por presunta agresión a la autoridad;
• un fiscal de primera instancia inició en febrero una causa por el incendio intencional a la fachada del edificio de la policía de RN realizado al finalizar una marcha popular de reclamo por verdad y justicia. Los procedimientos de las citaciones a declaración a los testigos fue usado por la policía para pretender hacer allanamientos y detenciones. La investigación del juez penal avanzó ilegal e ilegítimamente en una verdadera investigación sobre la Multisectorial y los Familiares en abierta violación al principio de libertad de expresión y de asociación política. Hay miembros de Familiares imputados en esta causa penal.

Estas causas tienen la evidente intención de debilitar la organización del pueblo, persiguiéndola con figuras penales de delitos comunes y no políticos, en perfecta sintonía con las prácticas conocidas como criminalización de la protesta social en toda Argentina.

A la vez que la justicia ordinaria apareció como activo miembro de la persecución política e ideológica contra el movimiento popular de Junio, la administración del poder judicial monta un dispositivo policial masivo que impide en cada día 17 el derecho colectivo a manifestarse frente a la sede responsable de no consolidar la impunidad de los crímenes de la policía y el gobierno.

Los alcances de la posición ideológica y política del poder judicial de la III Circunscripción con asiento en Bariloche, podemos analizarla también en otros hechos puntuales, siempre en relación directa a los sucesos de Junio 2010:

• Hábeas corpus colectivo.
“El martes 22 de julio, el primer día hábil siguiente a los crímenes de El Alto, la Multisectorial presentó un hábeas corpus preventivo y colectivo. Después de itinerar el expediente en la disquisición si correspondía un mandamus o un hábeas corpus, el 6 de julio recién la Cámara Primera en lo Criminal resuelve dar lugar parcialmente a nuestra demanda, con consecuencias adversas para el pueblo atacado como pudo verse horas después de ese fallo y hasta el presente. Para fundar su decisión la Cámara le pide informes justamente a todos los que entendemos son la fuente de la necesidad de protección: el jefe (por entonces) de la Regional III de la Policía Comisario Mayor Argentino Hermosa, el secretario de Seguridad Comisario Víctor Cufré y a la dirección del hospital público local.
El camarista Alejandro Ramos Mejía sostuvo que “quedan fuera de la discusión las hipótesis de agravamiento de la detención legal como la de la desaparición forzada de personas”, sin argumentar tal afirmación en un país que sufre la desaparición de Julio López y Luciano Arruga desde hace años y siendo que la justicia ordinaria no investigó todavía la circunstancias de la privación ilegítima de la libertad de algunas de las víctimas de junio.
Como “se requiere la garantía de seguridad personal e individual e integridad física de las personas denunciantes de apremios ilegales o excesos en el accionar policial en la fecha, extendiéndose la garantía a sus grupos familiares (…) tenemos identificados a las presuntas víctimas de las amenazas o restricción de a sus libertades”, indicando las personas identificadas por la guardia del hospital local, los detenidos legalizados por la comisaría 2 y denunciados Gladys Cofré, subsecretaria de DD.HH. de la provincia.
Así quedaron fuera de la protección las nuevas víctimas, tales como Marcos Huechullán y su familia, víctima de un allanamiento ilegal y de una detención forzada dos días después del fallo de Cámara; el ataque por parte de la BORA a tres jóvenes la madrugada del 17 de julio (entre ellos, un cuñado de una de las víctimas fatales) y a otro en medio de los festejos de la Fiesta de la Nieve.
Mas adelante el camarista dice “las denuncias radicadas en fin de semana encontrarían siempre un fiscal de turno inclusive en feriado nacional”. Eso no ocurrió la madrugada del 17 de julio cuando miembros de esta Multisectorial fracasaron ese sábado en el intento por denunciar la golpiza a tres jóvenes por parte de la policía.
Respecto a la protección especial requerida para el vecindario de El Alto, víctima indiscriminada de la balacera durante varios días, la Cámara se mostró satisfecha con la respuesta de la policía que había realizado esa balacera: “al igual que los más de 60 barrios que integran la jurisdicción de esta unidad policial, al Barrio Boris Furman se le brindarla cobertura policial correspondiente, realizada por personal policial de las distintas guardias” . Es decir, la justicia manda a los victimarios a cuidar a las víctimas.
Al panorama que la Multisectorial trazó para agosto del año pasado, podemos agregarle que a esta Cámara le faltó la protección especial para otra víctima: Fabián Gallardo, sobreviviente de la persecución que terminó con la vida de su mejor amigo Diego Bonefoi.

• Hábeas corpus por Fabián Gallardo
La policía de RN detuvo y golpeó ilegalmente a este menor las últimas semanas , lo que fue denunciado públicamente por la madre de la víctima y la Multisectorial. A nuestro juicio, no fue azaroso ni circunstancial el ataque a este joven sino represalia por la denuncia pública hecha semanas antes a las de condiciones de detención de privilegio de que goza el policía condenado por el crimen de Diego . Además, pesa sobre él su condición de víctima de la persecución policial que la madrugada del 17 de junio dio origen a los sucesos que nos ocupan.
Trece meses después, y sólo ante el debate por la prensa, la defensoría de menores de Bariloche requirió un hábeas corpus en protección de su vida, su libertad y su condición de menor de edad , un virtual “condenado sin juicio previo” por parte de la policía.

• Fallo condenatorio de Colombil
En la sentencia condenatoria de Colombil, el cabo que asesinó a Diego Bonefoi, la Cámara del Crimen dejó planteada una argumentación que revela el pensamiento y la ideología de estos jueces. A la vez, pueden estar anticipando un escenario futuro del debate jurídico con indudables alcances políticos. “Las lamentables consecuencias posteriores a este hecho (el crimen de Diego) devenidas en una situación de enfrentamiento en el Centro Cívico de esta ciudad (…) a mi entender no sólo acaecieron por la posible indignación de los sectores populares, sino quizás también por la influencia de algunos sectores que hicieron apología de la violencia” .
Demás está decir que no se refiere ni a la policía ni al gobierno de Saiz.



En este contexto institucional provincial y nacional es muy adversa la demanda de verdad y justicia que sostienen los Familiares y la Multisectorial, especialmente en relación a la investigación penal sobre los homicidios de los otros dos jóvenes asesinados ese 17 de junio.
En el documento de estas organizaciones de base al cumplirse un año de los sucesos se sostuvo: “De los cuerpos sin vida de los chicos se extrajeron perdigones de plomo calibre 12/70, del tipo de los que en la jerga interna la policía llama PG (de propósitos generales). Legalmente, en dispositivos de represión a la sociedad civil la policía de RN debe usar municiones con posta de plástico denominados AT. Es decir, la policía de RN en Bariloche el 17 de junio cargó las municiones de plomo PG para matar. Cuatro (4) disparos de plomo de calibre 12 milímetros por la espalda de Nino; uno (1) solo fatal en el pecho de Sergio. Estas balas, estos disparos tiene una sola e inconfundible identidad: la policía de RN”.
Al momento de cerrar este informe la causa penal por estos homicidios continúa acéfala, sin juez que entienda en la instrucción por la decisión de la Cámara en lo Criminal de Bariloche a favor de los argumentos de la defensa de la cúpula de la policía de RN que apartó al juez natural del caso , tal como lo hizo un año antes –en maniobra idéntica- de la investigación por el homicidio de Diego.



Violencia represiva del estado de RN contra sectores de los pueblos
y su articulación con el despojo estratégico del territorio

El espacio de los negocios estratégicos sustento del capitalismo en esta etapa histórica, del que los gobiernos de los estado de Río Negro y de Argentina participan de distinto modo, es nuestro wallmapu, territorio ancestral mapuche que se extiende de mar a mar, con sus bienes de la naturaleza. El objeto privilegiado de acumulación de riqueza y de poder es el wallmapu, ocupado o no por gente de nuestro pueblo, razón primera y última de nuestra existencia y posibilidad histórica de volver a vivir libres y plenos como mapuche.

La actual crisis financiera-económica global desató una avanzada de capitales de especulación y/o inversión en tierras para agronegocios en los países del Sur, lo que algunos autores han llamado neocolonialismo agrario.
Este alerta internacional es saludable ya que da cuenta de la dimensión de la apropiación del territorio y sus recursos a escala planetaria, aunque en principio es insuficiente para explicar el proceso particular que vivimos en la región sur de la Argentina, específicamente en la provincia de Río Negro desde la década del ’80. Aún con la escasa información disponible, es necesario trazar un panorama regional que ensamble esta disparada de agronegocios y crisis del precio de los hidrocarburos con las líneas subterráneas del dispositivo del despojo estructural que se ejecuta a nuestros pies.

Las llamadas “tierras fiscales” en la mira.
En 1994, al calor del dinero abundante del Banco Mundial y el plan económico de la administración nacional de Carlos Menem, fracasó en RN el intento de titulación masiva de tierras fiscales a través de una reforma de la ley de Tierras para la hipoteca y virtual expulsión de los ocupantes mapuche y criollos pobres. Diez años después fracasó el proyecto de alquiler masivo a la firma italiana Eco-xilon de tierras fiscales para forestar e ingresar al mercado internacional de bonos de carbono , siempre con la movilización de base impulsada como mapuche.
Con esas experiencias a cuestas, la estrategia del poder regional para con las tierras fiscales en los últimos años es una trama sobre la que contamos con un puñado de documentos públicos y, sobre todo, la experiencia y resistencia de nuestra gente en el campo.
En 2005 por decreto la provincia creó el Fondo Fiduciario de Reactivación Agropecuaria Rionegrino para, entre otros fines:
- implementar el programa de desarrollo de tierras fiscales;
- gestionar el recurso suelo en dominio del estado de RN;
- propender a la generación de bienes destinados a insertarse en los mercados comerciales;
- solventar los costos de mensura de inmuebles fiscales (…) y las erogaciones que resulten de programas de privatización de estas tierras. Se privilegiarán a los ocupantes de menores recursos económicos.

Estos objetivos reciclan y reinscriben en el nuevo contexto los planteados en la ley de creación del Fondo de Tierras Fiscales de 1984 que destacaba la privatización de la tierra pública.
La noción de desarrollo de las tierras fiscales –unas 4 millones de has. solamente en RN según las estimaciones oficiales conocidas- es, en el proyecto estratégico que ejecuta el poder en la región, la incorporación masiva del territorio al mercado de capitales para lo que son un obstáculo político e ideológico el poblador mapuche, las comunidades y el paisano criollo que no quiere ni vender ni destruir la tierra.
La noción “tierra fiscal” es, sobre todo, la negación jurídica y política del territorio ancestral mapuche, esté o no habitado actualmente por nuestro pueblo.

En este contexto, distintas instituciones e instancias de la administración pública (Bosques, Servicio Nacional de Sanidad Animal y Vegetal, Ganadería, empresas de energía eléctrica) nos impiden el ejercicio cotidiano de actividades tradicionales indispensable para el autosustento y autonomía como pueblo mapuche:
- la recolección de leña y madera de nuestros propios campos ocupados;
- el arreo de nuestro ganado por el interior del territorio y su comercialización en pequeñas escalas;
- el uso libre y abierto del espacio territorial para el arreo de ganado durante la trashumancia (traslado entre áreas de pasturas de invierno y verano).
Estos son ejemplos básicos de casos en que el Estado nos extorsiona política y económicamente ya que nos autorizarían esas actividades si resignamos nuestra autoidentificación como mapuche y nos sometemos a la identidad impuesta de “pequeño productor”, “campesino” o “fiscalero” que sí reconoce el estado.

El cerrojo del poder judicial, de los negocios de gobierno, de los inversores privados, de cientos de burócratas y funcionarios públicos obstaculizando la vida diaria, más el terrorismo con la policía, nos pone al conjunto del pueblo mapuche en puelmapu en un escenario político e institucional de difícil resolución. El poder aumenta su nivel de violencia y negación y nosotros no estamos dispuestos a retroceder ni negociar el reconocimiento jurídico internacional alcanzado, aún cuando los efectos son devastadores, masivos y sistemáticos.

El anuncio del acuerdo con una empresa estatal de China por 320.000 has. bajo riego en la zona costera del río Negro, la licitación internacional por nuevas cuencas hidrocarburíficas, la autorización de nuevos y numerosos cateos de minerales estratégicos como el uranio, la presión inmobiliaria sobre la Meseta de Somucura, la creación de áreas naturales protegidas en perjuicio de comunidades mapuche, la presión sobre nacientes de cuencas hídricas, son algunos de los casos en que se plasma la relación directa entre negocios de estado y violación sistemáticas de las obligaciones de los estados que surgen del Convenio 169 de OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas .

Con prácticas de Estado como las descriptas, las consecuencias de la erupción del volcán Puyehue el 4 de junio pasado será factor de debilidad para el pueblo mapuche que sostiene la vida en el campo, lo que probablemente será usado para una nueva embestida tendiente al despoblamiento forzado por el hambre, la pobreza y la especulación.



Como organización de base del pueblo mapuche que vive y desarrolla su práctica desde y en el puelmapu agradecemos la predisposición de la Relatoría a su cargo a escuchar nuestra visión del momento histórico y político al que nos enfrentamos.


Fraternalmente,

sábado, 30 de julio de 2011

Agosto Mes de la Pachamama


Agosto es el mes de la Tierra, cuando se comienzan los preparativos y la siembra. Mes de vientos, que impulsan a las semillas en su vuelo depositándolas en algún lugar, cubriéndolas lentamente con la tierra que el wayra esparce para que comiencen su periodo de contracción en la profundidad y con las lluvias del mes y de septiembre exploten sus nacientes brotes.
Tradicionalmente el 1 de agosto se realiza la Ceremonia a la Pachamama. Los hermanos andinos vienen conservando esta tradición de agradecimiento y reciprocidad con todo cuanto existe, a través de los duros embates de las conquistas, la modernidad y la tecnología separatista.
Se prepara una gran fiesta comunitaria, con la consciencia de la Vida, donde la primer agasajada es la Madre Tierra agradeciendo los alimentos y el sustento dados y los que vendrán; se le pide permiso, se abre un hoyo en la tierra (boca) y se le da de comer tabaco, sagrada coca, chicha, dulces, el alimento que se ha preparado para todos con gran dedicación...primero se alimenta y se festeja a la tierra, a la Pacha, a todo cuanto existe, danzas y música y luego, la comunidad comparte sus alimentos. En cada región varían detalles de esta ceremonia antigua, sagrada y verdadera, pero su esencia en todos lados es la misma: la de reciprocidad y agradecimiento con la Pachamama. Involucra todo: tierra, aire, sol, insectos, ciclos, animales, humanos, viento, agua, plantas....todo. Es el espacio-tiempo a través del cual somos.
Por suerte este año y cada vez más, habrá ceremonias en varios lugares, abriendo a través de este rito de vida la consciencia a quienes se han olvidado su propio origen con el Todo.
Busquen por sus zonas donde habrá Ceremonia y participen, lleven el corazón en la mano.
Al mediodía en San Telmo en Plaza Dorrego hermanos aymaras realizaran Ceremonia, al anochecer en Parque los Andes, Chacarita, hermanos quechuas realizaran Ceremonia.
Si no podes acercarte a ninguna, hace la propia, en tu jardín, en una macetita, donde sea. Alimenta la tierra que te alimenta, dale tus cantos mas sagrados y queridos, agradecela, acariciala, establece comunicación con todo cuanto existe en el espacio-tiempo (Pachamama)...
Caminaste descalzo en el pasto? Te mojaste sin escaparte bajo la lluvia? Te dejaste sostener apoyado en el tronco de un árbol? Te recostaste boca abajo sobre la tierra? Te bañaste desnudo en el río frío? Abriste tu piel al sol para que te acaricie? Saboreaste una manzana con todos tus sentidos? Te entregaste a la melodía de las aves, el rumor del viento, el golpear de la lluvia en el suelo, el silencio de la cima de una montaña, el dialogo de los animales, del caminar de las hormigas, del vuelo de los insectos, de la sutilidad de las flores y el mensaje de las plantas...? Si todavía no hiciste nada de esto...QUE ESTAS ESPERANDO PARA VIVIR?....
Agosto es mes de vientos...si bien el wayra es maestro y ayuda en la siembra natural esparciendo las semillas, también son épocas de vientos cambiantes que en la furia de su limpieza arrastran energías y larvas. Y su movimiento puede desequilibrar nuestro aire interno. La enfermedad del viento es tratada de antiguo por los sabios originarios. El sahumo ayuda mucho para equilibrar el aire interno, para limpiar y purificar el campo energético (poqpo), para limpiar tu casa y lugar de trabajo.
Es importante recibir el mes de la Pachamama sahumados (limpios y purificados). El sahumo realizado con respeto y consciencia abre puertas de entendimiento interior, alinea los cuerpos y transforma energías de residuos. Equilibra los cuatro elementos en nuestro cuerpo y nos conecta con nuestra profundidad mas autentica. Se realiza con plantas medicinales y resinas naturales y es muy curativo en prácticamente todas las enfermedades. El sahumo se utiliza también para iniciar Ceremonias sagradas en todas las culturas antiguas de oriente y occidente.
Descubrí este maravilloso método de curación y contacto. Mucha sangre a sido derramada a través de los siglos (y sigue siéndolo) para conservar estas sabias ceremonias y ritos de curación, de alineación, de purificación y vivencia espiritual; cuando te acerques a ellas, de la manera que te lleguen, hacelo con el mas sagrado RESPETO, sabiendo que generaciones han sido diezmadas en su lucha para que este contacto con la Vida no se derrumbe. Aun su lucha sigue...
Y a mi, personalmente, me reflejan la imagen del sándalo; que mientras es golpeado por el hachador, a través de sus heridas, lo perfuma amorosamente...
Amemos la Tierra que nos sostiene, todo cuanto nos integra y los saberes milenarios que son certezas a través de los siglos. Amemos y respetemos a quienes son sus depositarios, los pueblos antiguos de esta tierra.

En este mes, Medicina Ritual, te invita a bucear tu propio origen...

Perú, el modelo de desarrollo

Editorial de Lucha Indígena # 60
El modelo de desarrollo del nuevo gobierno
Estamos acostumbrados a muchas promesas no cumplidas por los candidatos. También sabemos de promesas no cumplidas por Ollanta Humala. Sin embargo partamos de que creemos fielmente lo prometido por él:
Prometió respetar el derecho de consulta a los pueblos indígenas antes de ejercer cualquier acción que pueda afectar a sus territorios. Este derecho es señalado por el Convenio 169 de la OIT que es ley peruana de nivel constitucional pues fue votado por el parlamento.
Por otra parte prometió respetar a las empresas multinacionales que están depredando la naturaleza peruana a través de la minería y la agroindustria. Precisamente piensa cumplir sus promesas sociales con el impuesto a las sobreganancias de dichas empresas, a las que ha prometido impulsar. Ese impuesto no será determinado por lo que el gobierno considere justo, sino, como dijo, será concertado con las empresas depredadoras.
Hay mucho que comentar sobre lo que hará el gobierno, pero en un editorial no hay espacio para ello, por lo tanto hablaremos sólo de lo más importante: El modelo de desarrollo.

El Perú es un país agrícola
Tenemos una cultura agrícola forjada durante 10,000 años. Entre otras cosas vivimos en lo que fue uno de los 8 centros mundiales de domesticación de plantas alimenticias. Nuestros antepasados domesticaron 182 especies, entre ellas 3,000 variedades de papa.
Esto no se debe a que seamos más inteligentes que otros, sino a que tenemos la fortuna de vivir en un territorio con diversos climas y microclimas:
Tenemos: Parte de la selva tropical más grande del mundo, la Amazonía. La cordillera andina con su diversidad de alturas; que además tiene la ventaja de estar en dirección norte-sur y no este-oeste, lo que hace que el clima en una altura de 1,500 metros en el norte, cerca a línea ecuatorial, sea diferente del clima a la misma altura en el sur, lejos del ecuador. Tenemos la costa, que pese a su aridez, agrega la vegetación de otros microclimas.
Como si esto fuera poco disfrutamos de una rica fauna marina, pues siendo un país que está en el trópico, por nuestro mar circula la corriente fría de Humboldt, la que provoca que las aguas calientes del fondo asciendan a la superficie, produciéndose por lo tanto no sólo un movimiento horizontal del agua, sino también vertical. Las aguas llevan consigo el fitoplancton y el zooplancton (flora y fauna microscópicas)
que alimentan a gran variedad de peces.
Viviendo en ese paraíso, era natural que nuestras culturas desarrollaran una rica agricultura. El incanato fue sólo la última parte de ese desarrollo, todavía se pueden ver las terrazas o andenes, las ruinas de Tipón que son un poema arquitectónico al agua, las ruinas de Raqchi que muestran restos de gran cantidad de almacenes para las épocas de hambruna. Hubo planificación centralizada de la agricultura a nivel del Tawantinsuyo, que determinaba qué se debía cultivar en cada microzona y a dónde se debía enviar gente para cultivar. Comunidades de media altura enviaban rotativamente parte de su población a la ceja de selva a cultivar coca y otra parte a la alta puna a criar alpacas.

Depredación
Todo esto fue destrozado por la invasión europea. Las huestes de Pizarro tienen el honor de ser los iniciadores de la depredación de nuestro territorio que ahora es continuada en forma y ritmo monstruosos por las empresas multinacionales que tienen como sus sirvientes a los gobiernos de turno.
Los españoles destrozaron la planificación agrícola, rompieron los canales, destrozaron waruwarus (zanjas alternadas con tierras altas en el altiplano para acumular agua en épocas de sequía y contrarrestar el frío de la helada con el calor conservado por el agua), maldijeron a los productos de debajo de la tierra por estar cerca del demonio, principalmente a la papa, pues el demonio había hecho que llevara el mismo nombre que el Santo Padre, por eso cambiaron el nombre a patata, que es el que ha pasado al inglés y otros idiomas, maldijeron a la kiwicha y la coca porque eran adoradas por los nativos.
Parte de la historia de depredación agrícola fue el criminal saqueo del fertilizante guano de isla usado por nuestros antepasados, para fertilizar el suelo de Inglaterra. Por ese saqueo se dice que Castilla fue el mejor presidente del Perú.
Ahora la depredación adquiere características monstruosas. La voracidad de los grandes capitales multinacionales que gobiernan el mundo se lanza ferozmente contra la Madre Tierra. En nombre del progreso roban el agua de la pequeña agricultura que nos alimenta, mediante la minería a cielo abierto que además envenena el agua matando a animales, vegetales y humanos. Roban el agua para hidroeléctricas, amenazando el desalojo de miles de agricultores (Inambari). Roban el agua para la “industria alimenticia” que trabaja para la exportación, nos mata con transgénicos y productos químicos y mata el suelo cultivable con la monoproducción y el uso intensivo de agroquímicos (fertilizantes, insecticidas, herbicidas).
El “progreso” que trae la minería podemos verlo en el departamento más pobre del Perú, Huancavelica, centro minero desde el virreinato o en la Oroya y su paisaje lunar.
El tesoro de la diversidad biológica de la Amazonía se depreda para extraer petróleo y gas envenenando los ríos, talando la selva para la ganadería y el monocultivo, entre otras cosas de biocombustibles para alimentar a los carros.
Las compañías depredadoras tienen a su servicio a los gobiernos que masacran a quienes defienden el medio ambiente, a los grandes medios de difusión en sus manos que cantan loas al “progreso” (progreso de los caudales de las empresas depredadoras).
No estamos contra el desarrollo, defendemos el desarrollo basado en nuestras raíces históricas contra el “desarrollo” colonial que hasta ahora sufrimos. Para ese desarrollo contamos con la sabiduría genética que continúa progresando en manos de nuestros agricultores y de agrónomos que siguen esa línea. En los Andes contamos con el suficiente sol y viento para impulsar las energías solar y eólica. Para exportar contamos con la kiwicha usada por los astronautas y con otros vegetales proteicos muy apreciados en países del norte, como quinua, qañiwa, tarwi (chochos). Además tenemos el tesoro de la biodiversidad amazónica rica en medicinas naturales, de las cuales la quinina que salvó la vida del futuro rey Sol de Francia y la uña de gato no son más que dos ejemplos.
Por las declaraciones de Ollanta Humala, sabemos que continuará con el “desarrollo” extractivista, que impulsará la minería en manos de las empresas multinacionales y que impulsará la agroindustria, ambas depredadoras.
Nosotros, como lo hemos hecho hasta ahora, continuaremos defendiendo a Pachamama al lado de las poblaciones nativas que ofrecen sus vidas por ella, continuaremos defendiendo a los agricultores no indígenas, continuaremos defendiendo a las poblaciones urbanas como Tacna y Moquegua a quienes roba el agua la minería.
Con ello, también estaremos defendiendo la salud de toda la población peruana, incluyendo la familia del presidente, garantizando que disfrute de la sana alimentación que nos brinda la pequeña agricultura y que no sufra los ataques de la “industria alimentaria” que con transgénicos y sustancias químicas sólo busca mayor ganancia para las grandes empresas a costa de la salud de los consumidores.
Si nos equivocamos y Ollanta, inspirado en su nombre indígena, vuelve sus raíces e impulsa el desarrollo basado en la defensa de Pachamama, del Agua, de la Vida, prometemos autocriticarnos en quechua y en castellano.

miércoles, 13 de julio de 2011

Bicentenarios (otros) transiciones y resistencias



Norma Giarracca (Compiladora)
Hugo Blanco- Celeste Castro García- Gustavo Esteva- Norma Fernández- Claudio Garrott
Norma Giarracca- Gustavo González- Gisela Hadad- Pilar Lizárraga- Javier Lorca- Horacio Machado Aráoz- Gabriela Massuh- Adriana Milán- Walter Mignolo- Jorge Montenegro-Elena Picasso-Carlos Walter Porto Gonçalves- Gabriela Romano- Julia Roth- David Sarapura-Miguel Teubal- Andrès Carrasco- Carlos Vacaflores- Raúl Zibechi





En este libro nos encontramos con variadas muestras de las batallas epistémicas de nuestra época. En tanto que el volumen fija su atención en los bicentenarios, es parte de los procesos globales en los cuales el saber y el conocimiento ya no pueden ser controlados por quienes lo hacen con la autoridad política y económica. Nos encontramos además y fundamentalmente, con formas de análisis y de argumentación, a la vez que categorías de pensamiento no ya subsidiarios del saber hegemónico de derecha y de izquierda, sino de procesos que retoman y continúan los reclamos intelectuales surgidos durante la guerra fría, desde el Caribe inglés a Irán, desde la Conferencia de Bandung hasta las teoría de la dependencia y la teología de la liberación en América del Sur: pensamiento independiente y de liberación descolonial.
Walter Mignolo

Común denominador de los aportes que reúne este libro es la necesidad de ubicarnos, “situarnos”, producir “otras” miradas, “otros” bicentenarios que nos permitan superar la naturalización de la herencia que se empeña en que no podamos distinguir la matriz colonial que todavía hoy portamos como marca de las relaciones hegemónicas, en las miradas, en los cuerpos, en los modos de concebir la reproducción material de la vida. Encontramos en estas páginas los muchos sentidos que los bicentenarios de la independencia de Europa habilitan para la reflexión sobre toda Nuestra América y, en particular, sobre la Argentina, Bolivia, México y Brasil; también una aguda desactivación crítica acerca del famoso “desarrollo” y las resistencias de territorios y poblaciones en peligro de despojo como Bagua (Perú), Andalgalá, Chilecito–Famatina y Campana Mahuida (Argentina) sí como la heroica resistencia de la Nación Mapuche de ambos lados de la cordillera.
Norma Giarracca

martes, 28 de junio de 2011

Editorial Lucha Indígena 59


El gran desafío al gobierno de Humala

Alan García encontró 80 conflictos y deja un campo minado con 227 conflictos no resueltos.
Pero el gran desafió es algo más grande que esto: La agudización de la crisis mundial que vive la humanidad en la que está en juego su propia supervivencia.

Ataque mundial a la naturaleza
El desarrollo del capitalismo devino en la existencia de grandes empresas multinacionales, cada día mayores, cada vez más concentradas y más insaciablemente ávidas de crecimiento.
Son ellas quienes gobiernan el mundo a través de sus servidores que pueden llamarse Obama o Alan García.
Su avidez se traduce en un feroz ataque a la naturaleza que lleva a la desaparición de especies animales y vegetales, y, por supuesto, al relativamente pronto exterminio de nuestra especie.
Esto saben muy bien los grandes empresarios, pero ¿Qué pueden hacer? Si alguno de ellos por razones éticas renuncia a implantar una instalación contaminante, vendrá otro que lo haga.
El gran capital tiene un solo principio moral que desplaza a todos los demás: Ganar la mayor cantidad de dinero posible en el menor tiempo posible. El exterminio de la especie es un subproducto, una “pérdida colateral”.
La agresión a la naturaleza se da en muchas formas. La más peligrosa es el calentamiento global por la emisión de gases de efecto invernadero. Ese calentamiento produce la disolución de hielos y nieves perpetuas, la desaparición de arroyos, el adelgazamiento de ríos, el aumento del nivel del mar. Además provoca huracanes, intensas lluvias, sequías, veranos más calientes, inviernos más fríos. Los medios de comunicación en manos de los calentadores de la atmósfera los llaman “desastres naturales”. Por supuesto esos “desastres naturales” no conocen fronteras: El agua de un diluvio engulló pueblos en el Cusco, pudrió grandes extensiones de sementeras, un río de barro pasó durante semanas por una población. La cuarta parte de Pakistán fue inundada. El huracán Katrina asoló Nueva Orleans y en estos momentos hay una fuerte inundación en Dakota del Norte, ambos en Estados Unidos.
Desafortunadamente es difícil que el calentamiento global sea confrontado por fuertes protestas sociales.
Los que sí son confrontados por las poblaciones afectadas son los concretos ataques locales:
En el Perú el principal ataque viene de la minería a cielo abierto que roba el agua de la agricultura y la ganadería que nos alimentan y la envenena. Ejemplos de la resistencia: Tambogrande, Ayabaca, Huancabamba, Cocachacra y el último caso contra la mina Santa Ana en la zona aymara. También protestan las poblaciones urbanas afectadas por el robo del agua, como Moquegua y Tacna.
No sólo las minas roban el agua, la población de Canchis, Cusco, lucha contra la amenaza del robo de su agua para la hidroeléctrica de Salkapukara. Carabaya, Puno, realizó un paro contra la amenaza de desalojo de miles de agricultores de Puno, Cusco y Madre de Dios para construir la represa de Inambari que daría electricidad a Brasil.
Otro robo del agua es el realizado por la agroindustria. La irrigación de Majes en Arequipa robó el agua del Colca en el mismo departamento y ahora pretende robarla a Espinar, Cusco. La pequeña agricultura necesita del agua para alimentarnos a los consumidores peruanos. La agroindustria la roba para exportar a los Estados Unidos. Por otra parte mata el suelo cultivable con la monoproducción y el uso intensivo de agroquímicos. Además super-explota a los trabajadores agrícolas.
La selva amazónica, pulmón del mundo, es depredada por la extracción de hidrocarburos que envenena los ríos, el saqueo de la madera, la crianza de ganado y el cultivo de biocombustibles.

¿Qué hará Humala?
Se comprometió a cumplir con el mandato del convenio 169 de la OIT (que es ley peruana aprobada por el congreso) de respetar el derecho a consulta que tienen los pueblos indígenas sobre cualquier proyecto que afecte a sus territorios. Afortunadamente el parlamentario electo, Javier Diez Canseco, opina que este tema debe ser prioritario en el nuevo congreso.
Sin embargo, Humala, por otra parte, también prometió impulsar la minería en manos privadas y la agroindustria.
Dijo que iba a concertar con las empresas el monto de un impuesto a las sobreganancias. Precisamente esa es su esperanza para cumplir muchas de sus promesas: Pensión vitalicia para las personas de 65 años. Construir colegios. Dotar de un hospital a cada capital de región o provincia principal, etc.
No se puede servir a dos amos, nunca dijo que era de izquierda, nunca dijo que estaba contra el neoliberalismo, se comprometió a continuar con el sistema, a respetar tratados como el TLC con EEUU que hunde al campesinado peruano.
Se justifica nuestro temor de que optará por la defensa del sistema contra los defensores del medio ambiente.

Nuestra posición
Nosotros optamos por la supervivencia de la especie humana.
¿Y el desarrollo?
Estamos en contra de este “desarrollo” que lleva a la extinción de la vida, estamos en contra de la economía extractivista practicada inclusive por los gobiernos progresistas de Ecuador y Bolivia.
Estamos por un desarrollo que garantice la supervivencia de la humanidad
Nuestra principal preocupación es que la gente beba agua limpia y se alimente debidamente. Para eso contamos con una cultura agrícola de 10,000 años que nos ha heredado una gran variedad de productos alimenticios vegetales y técnicas de cultivo adaptadas a nuestra geografía. Debemos defender esa biodiversidad e impulsar esa tecnología contra los ataques de la “modernidad”, que no es otra cosa que el “adelanto” de la agricultura, no en beneficio del consumidor sino de la ganancia de las grandes empresas agroindustriales, ganaderas y avícolas. Los transgénicos y los agroquímicos no son más que ejemplos de los varios ataques a la salud de dichas empresas Estamos por la soberanía alimentaria defendida por la organización de los campesinos del mundo (Vía Campesina), que plantea que cada país debe alimentarse fundamentalmente de lo que produce.
“¡Necesitamos energía!”. En la sierra tenemos bastante sol y viento para producir la energía solar y eólica que no roban el agua y no contaminan.
“¡Necesitamos exportar!”. Es cierto, estamos en contra de la globalización en beneficio del gran capital, pero en favor de la interrelación de los pueblos. Tenemos para brindar al mundo, además de los productos alimenticios andinos apreciados en los países del norte, la rica biodiversidad amazónica (mostrada en los libros escritos por Antonio Brack antes de venderse a los depredadores) valiosa fundamentalmente para la medicina.
Sabemos que esto se logrará sólo cuando el pueblo se gobierne a sí mismo. Sabemos que sólo los peruanos no vamos a lograr esa transformación.
Afortunadamente los pueblos del mundo están despertando en defensa de la naturaleza y en búsqueda de una democracia real, contra este sistema mal llamado “democrático” que consiste en el gobierno del mundo por las empresas multinacionales que subordinan gobiernos y medios de comunicación
Vemos los movimientos en el norte de África, en las plazas de España, en fuertes luchas en América Latina contra la minería. Acabamos de ver el triunfo de las manifestaciones en todo Chile que frustraron la construcción de hidroeléctricas en la Patagonia. Vemos el triunfo del pueblo italiano en el referendo en defensa del agua y contra la energía nuclear.
En el Perú, Cocachacra hace esfuerzos por la interconexión de las luchas aisladas contra la minería.
¿Por qué Puno, el departamento que más votó por Humala, no detuvo su lucha ante el triunfo electoral y no esperó un poco a que entrara él y resolviera su problema? Porque votó por Humala pero sabe que no es su gobierno y dice que le dará 30 días de tregua.
En Lima, luego de la masacre en Juliaca, 20 personas se apostaron delante del Palacio de Gobierno con carteles en los que se leía VIDA SÍ MINA NO. Son el germen de un movimiento por la vida que sabemos que ha de crecer y será capaz de “matar a la muerte”.

martes, 19 de abril de 2011

Carta de Gustavo Esteva a Javier Sicilia


Carta a Javier Sicilia

Gustavo Esteva

Perdona, Javier. Como te dije, no puedo compartir tu dolor. No puedo siquiera imaginármelo. Sólo puedo dolerme de tu dolor.

Al desgarrar el velo del lenguaje encubridor, lograste que de pronto los 40 mil muertos empezaran a tener cara y cuerpo de Juanelo. Dejaron de serdaños colaterales… Empezamos a verlos y vivirlos en carne y hueso. Sus muertes, que eran ya costumbre cotidiana, se volvieron de pronto insoportables.

Lograste dar expresión clara al estado de ánimo general. Estamos hasta la madre. Personas muy propias, que jamás se hubieran atrevido a decir eso en público, fueron ahora capaces de proclamarlo a voz en cuello. Adquirió legitimidad y valor político un sentimiento general que no nos atrevíamos a expresar.

Me pareció admirable, Javier, tu gandhiana apelación a la moralidad de los criminales y políticos que nos tienen hasta la madre. No se trata del perdón cristiano a quien ofende, sino del respeto a la condición humana del otro, a pesar de sus infamias o irresponsabilidades.

Salimos a la calle a manifestar nuestra solidaridad contigo y nuestro estado de ánimo. Fue un auténtico movimiento, con su dispersión, su iniciativa múltiple, su impulso desde abajo, su carencia de líderes y cuadros. Creo que en ninguna parte tomó la forma de movilización, como la que dirigen y controlan desde arriba los líderes, los partidos, los sindicatos –movilizaciones en que la gente es movida como se mueve un paquete y las personas mismas quedan in-movilizadas, expuestas a la instrucción, a las indicaciones dadas desde arriba. No fuiste un dirigente presto a llevar agua a su molino político e ideológico. Tu voz era una invitación feroz y dolorosa, con la cualidad peculiar de la poesía, en la que cada lectura y cada lector encuentran un sentido diferente… En cada geografía, por eso, la iniciativa tomó perfil distinto.

Fue espléndido, catártico, expresar libremente lo que sentíamos y ver a tantos, en tantas partes, con una voluntad común. Sabíamos que era sólo el primer paso. No se trataba solamente de desahogarnos y enviar un mensaje a los causantes de nuestra rabia. Salimos a la calle decididos a actuar, aunque el camino a seguir fuese aún difuso.

Como dices, Javier, debemos mantener viva la unión que empezó a manifestarse ese día, para romper miedos y aislamientos. No basta la indignación. Estamos en emergencia nacional. Es hora de actuar. Tenemos que parar esta guerra insensata que hasta sus patrocinadores estadunidenses reconocen perdida; atar las manos de esta clase política que sigue destruyendo lo que queda de país; regresar el Ejército a los cuarteles…

Tu discurso del día 6 aclaró el siguiente paso. Tu valiente escalpelo fue revelando los tumores: los poderes constituidos; las policías; los partidos políticos; el capital; los medios; las iglesias; los sindicatos… Acotaste bien sus omisiones y complicidades en la destrucción de nuestros ámbitos de convivencia, nuestro suelo, nuestras relaciones de soporte mutuo, hundiéndonos en el horror de la violencia, la miseria y el miedo. No olvidaste, Javier, nuestras propias traiciones, nuestra propia irresponsabilidad.

Se hizo evidente lo que necesitamos hacer: remendar el tejido social que desgarraron. Apelaste a la inspiración zapatista para decirnos cómo: desde abajo, podemos tener asambleas constituyentes y reconstituyentes en cada colonia, en cada barrio, en cada comunidad. Sólo así podemos conseguir auténtica gobernabilidad y seguridad en las calles y crear una oportunidad de vida distinta para nuestros jóvenes.

Propones que cuantos denuncias, las elites políticas y económicas, se comprometan ante nosotros a celebrar un pacto. Nos citas para el 8 de mayo, en el Zócalo de la ciudad de México. Porque vivimos un tiempo límite, vamos a ir también allí a preguntarles: ¿cómo pretenden ir a las elecciones si no son capaces de ponerse de acuerdo entre ustedes para defender la vida de los hijos y las hijas de nuestro amado México?

Me conmueve la propuesta, Javier. Eso significa que me pone en movimiento contigo. Espero que muchos se con-muevan también y el día 8 estemos ahí hasta aquellos, como yo, que no podemos creer en esos poderes y jerarquías y les tenemos bien fundada desconfianza.

Calderón, probablemente, seguirá esperando la gloria del triunfo. Surgirán los desacuerdos de costumbre en esas clases políticas y económicas que nos tienen al borde del desastre. Hagan o no lo que les toca, Javier, nosotros debemos hacer lo nuestro. Ningún truco de ingeniería social puede enfrentar la emergencia. Pero desde abajo, unidos en la pasión amorosa por todo lo que es nuestro, nos podremos entregar a la inmensa tarea de reconstituirnos. Empezaremos por resanar el tejido social desgarrado, para salvar lo que queda del país y transformarlo.

gustavoesteva@gmail.com

http://www.jornada.unam.mx/2011/04/18/index.php?section=opinion&article=018a1pol

miércoles, 16 de febrero de 2011

A un año de la pueblada de Andalgalá


A un año de la represión en Andalgalá: entre dolores y alegrías.
Horacio Machado Aráoz
Be.Pe. - Colectivo Sumaj Kawsay – AsaNoa - UAC

En estos días recientes, en varias plazas de distintas localidades de la región nos auto-convocamos y re-encontramos para recordar un año de la brutal represión que el gobierno actual de la provincia de Catamarca ordenara contra los asambleístas de El Algarrobo, asentados en un camino vecinal para impedir el paso de maquinarias mineras al cerro donde están las nacientes de sus aguas. En la ciudad Capital de la provincia, en Tinogasta, en Belén, en Santa María, en San Pedro de Colalao y otras localidades de los Valles Calchaquíes, en la capital tucumana, y por cierto en la misma ciudad de Andalgalá se realizaron diversos actos de conmemoración. La música, la poesía, las palabras, los abrazos emocionados y las banderas de siempre le dieron forma y contenido a las Jornadas.
Las jornadas de conmemoración tuvieron un clima ‘raro’, en parte festivo, en parte de congoja. Es que un sabor agridulce marcó y dejó este año transcurrido. Por un lado, la alegría y la esperanza de un pueblo que se puso de pie con firmeza y determinación para defender su territorio y su autonomía política. Alegría que nace del coraje de ver a un pueblo sosteniendo una larga lucha para reclamar que se escuche su voz, que se respete su elemental derecho político a decidir sobre su propio territorio y los bienes ecológicos que de él dependen. Alegría que nace también de la rebeldía; rebeldía firme y sostenida, esa que brota de las convicciones y que no se presta al juego de ‘las negociaciones’ ni se deja ‘seducir’ por los cantos de sirenas de las ‘conveniencias’ y las ‘oportunidades de negocio’. Alegría y esperanza en tanta juventud, en tantas mujeres, varones, niños y mayores con conciencia y movilizados por la defensa de algo tan elemental y justo como las fuentes de vida, presentes y futuras: el agua, el suelo, el aire, la biodiversidad, la propia salud de las poblaciones. En fin, alegría y esperanza por la maduración política de nuestras sociedades locales.
Sin embargo, los encuentros de estos días no dejaron de estar marcados también por sentimientos antagónicos de tristeza y dolor. Una amarga y profunda bronca que nace de la impunidad persistente; una impunidad tan brutal como la de la violencia ejercida aquel 15 de febrero de 2010 por el grupo de ‘tareas especiales’, Kuntur de la policía provincial. La soledad de la condena social a los responsables, no acompañada por el juzgamiento institucional a quienes ordenaron y ejercieron la represión contra su propio pueblo: el todavía ministro de Gobierno, Javier Silva, los impresentables funcionarios de la Justicia, Rodolfo Cecenarro y Marta Nieva, y por cierto, el responsable principal y de última instancia, el gobernador Brizuela del Moral. A decir con precisión, no se trata sólo de impunidad. Se trata más bien de una justicia ‘al revés’, una justicia invertida, propia de un entorno colonial donde todo está ‘patas para arriba’, ya que, lejos de investigar y enjuiciar a los responsables de la represión, se dedicó a criminalizar y judicializar a los propios vecinos, ciudadanas y ciudadanos, movilizados en el ejercicio legítimo de sus derechos.
Bronca y dolor por la impunidad; bronca e indignación por la criminalización. A la represión policíaca, le siguió el hostigamiento y la persecución judicial. Justicia al revés; democracia al revés. Representantes del pueblo que no escuchan la voluntad popular. Que más bien, se muestran como serviciales inescrupulosos de los poderes fácticos y que diligencian los intereses de los saqueadores a costa del atropello de su propio pueblo. Rara democracia esta, donde los plebiscitos son ‘inconstitucionales’, y los intereses de los inversionistas cuentan más que los de los ciudadanos. Paisaje desolador de atropellos; de violaciones a la ley, y en ‘nombre de la ley’; de violencias materiales y simbólicas; de derechos vulnerados y democracia secuestrada.
En los contextos coloniales, la impunidad es crónica y la injusticia endémica. Por saberlo -y por sentirlo-, quienes nos auto-convocamos, re-vivimos y re-sentimos el dolor. Recordamos (que, más propiamente que nunca, significa ‘volver a pasar por el corazón’) el dolor de los hermanos y hermanas reprimidos; golpeados; baleados; heridos… Se trató, por eso, también, de una jornada de luto recordado. Una jornada marcada por la bronca y la indignación; con lágrimas y dientes apretados; de dolor y de rabia. Digna rabia, como dicen en la selva lacandona.
Ante tanto dolor, el encuentro, los abrazos, las manos enlazadas, los cantos y los bailes, las palabras que fluyeron y las que no llegaron a ser pronunciadas, fueron un intento colectivo por conjurar los sentimientos de impotencia que, a veces –tantas veces-, embargan a los cuerpos en condiciones de luchas tan desiguales. Un acto de sanación colectiva ante tanto dolor. Se hizo memoria y se construyeron también nuevos aprendizajes. A pesar de todos los pesares, con el paso de los ritmos y las rimas, la esperanza y la alegría fueron venciendo la amargura de las injusticias acumuladas.
Un sentimiento de dignidad rebelde renovada fue re-tomando las plazas. Nada más temido para el poder que un pueblo consciente de sus derechos y de su historia; que se sabe y siente dueño de su pasado, protagonista de su presente y custodio de su futuro. Orgulloso de sus medios y formas de vida. No dispuesto a tolerar intrusiones.
Más allá de los obscenos gastos publicitarios de las mineras; de las burdas patrañas del poder por ‘adecentar’ el saqueo y maquillar los efectos de la devastación socioambiental; de informes pseudo-científicos pagados para ‘constatar’ la inocuidad de las explotaciones; una porción significativa y creciente de nuestra sociedad está ya suficientemente informada y con plena conciencia de los impactos ambientales, económicos, culturales y políticos de la minería transnacional a gran escala. Hay una abismal diferencia al contexto del inicio de la explotación de Alumbrera: ahora, el pueblo ‘sabe de qué se trata’. Muchos se callan todavía, algunos por temor; otros (pocos) por ‘jugosas conveniencias’; otros, por simple comodidad. Pero una parte significativa y creciente de nuestro pueblo ha ido venciendo barreras; está decidida, consciente y dispuesta a la movilización. Eso, que es visto como amenaza y con temor por el poder, es para nosotros motivos de renovada esperanza.
Porque hay un pueblo de pie. Decidido a escribir su propia historia; no a ‘copiar lo que le dicten’. Porque sabe que en la defensa de su suelo y de su agua, va también la defensa de su soberanía. Porque no está dispuesto a la entrega sacrificial de su tierra en nombre de espejismos desarrollistas. Porque no está dispuesto a tolerar ni la devastación ecológica-económica, ni la colonización cultural, ni el secuestro de la democracia. Porque frente a la inteligencia y la imaginación raquítica de los políticos del sistema, que no atinan a pensar ‘otra alternativa’ que la mediocre ‘administración’ del soborno fiscal de las mineras, hay un pueblo que sabe, siente y puede imaginar y proyectar otros mundos posibles.
Catamarca, 16 de febrero de 2011.

lunes, 10 de enero de 2011

10 de enero de 2011, Página 12
Alberto Acosta, ex ministro de Energía y Minas de Rafael Correa en Ecuador
Entrevista a Alberto Acosta
Por Verónica Gago y Diego Sztulwark

Desde Quito, Ecuador
–¿Cómo explica la convivencia de derechos de avanzada sancionados en la nueva Constitución, que cuestionan incluso el modelo desarrollista tan de moda en América latina, con una serie de críticas que provienen del movimiento indígena y de algunos intelectuales con respecto a cómo el gobierno de Rafael Correa está reglamentando esos derechos, en buena medida yendo en contra de lo que conquistó la Constituyente?
–Hay muchos conflictos de diversa índole. El primero es el que aparece cuando uno ve lo que se escribió en la nueva Constitución de Montecristi, con una altísima participación popular, y lo que está haciendo el gobierno de Correa, que también apoyó la Constitución. Porque esto hay que decirlo: sin este proceso político de revolución ciudadana, sin el gobierno de Correa, no habría sido posible la Constitución de hace dos años. Ahora, esto tiene una serie de complicaciones. Una: el hecho real y cierto de que es difícil poner en práctica todo lo que se plantea en una Constitución, sobre todo en una de avanzada, cuando las fuerzas políticas que están al frente de la gestión gubernamental y parlamentaria no vienen de ese proceso político ni de las organizaciones sociales que lo protagonizaron. Entonces, siempre va a haber tensiones. Incluso si fuese un gobierno completamente vinculado, proveniente de los movimientos sociales, habría también tensiones porque es difícil que los cambios se den de la noche a la mañana. Va a haber una etapa de transición que será más o menos larga, compleja y difícil dependiendo de la fortaleza en términos sociales que tenga todo este proceso político de transformaciones que se ha puesto en marcha. Por otro lado, no nos olvidemos de que hay grupos sociales y políticos que desde una posición maximalista minimizan todos los avances que se han conseguido en estos años. Hay gente que de manera bastante simplona dice que lo que continúa es el modelo neoliberal. Y ya no veo que eso sea así. Aunque tampoco veo que vayamos caminando hacia la construcción del Buen Vivir.
–¿Hacia dónde se va entonces?
–Primero, no se puede decir que como no se va hacia el Buen Vivir, seguimos en el neoliberalismo. Ha habido un proceso de reacomodo de las fuerzas políticas y sociales, incluso de los grandes grupos oligárquicos, que están restableciendo otra relación dentro de la lógica capitalista pero ya no neoliberal. Los mismos empresarios se están reacomodando en un proceso de cambio al cual le es muy útil y funcional el actual gobierno de Correa. Entonces, hay varios problemas. Uno viene dado porque los procesos siempre son difíciles, por más que haya coherencia, fortaleza y decisión; por tanto no va a ser fácil cristalizar todos los avances establecidos en una Constitución. En segundo lugar, menos aún cuando el gobierno tiene enormes contradicciones internas, dudas y cosas que caminan en dirección contraria a la que estableció la Constitución: véase la ley de minería, véase la ley de soberanía alimentaria, véase el proyecto de la ley de aguas donde se avanza un poco cerrando la puerta al proyecto de privatización pero no se avanza hacia la desprivatización, lo cual es incongruente y está en contra de la Constitución. El tercer punto es que muchos sectores, incluso cercanos al movimiento indígena, a los movimientos sociales, nunca entendieron lo que significa la Constitución en términos de logros alcanzados para los movimientos populares y sociales en el Ecuador. Al no entenderlos, no los están defendiendo, no los están asumiendo, y reclaman que el Gobierno no cumple cuando ellos tampoco cumplen su tarea, que es apropiarse de la Constitución y defenderla e incluso hacer una oposición al gobierno de Correa desde la oposición y no desde el discurso estéril.
–Si el llamado posneoliberalismo no es el modelo neoliberal puro pero tampoco es el Buen Vivir, ¿cuáles serían los rasgos de este proceso que caracteriza al gobierno de Correa y que incluye, según lo que usted dice, una mutación en la clase dominante?
–En América latina, en los países donde hay gobiernos progresistas, y en seguida saltan a la vista Venezuela, Bolivia y Ecuador, y luego otros, no se está caminando hacia una transformación estructural de los patrones de acumulación existentes históricamente en nuestra región. No hay un cambio sustantivo. Ya no es el neoliberalismo tradicional, pero seguimos dentro de la lógica extractivista. La forma de producción sigue estando sobredefinida por los productos primarios que exportamos, algunos son recursos minerales, otros son petroleros u otros recursos primarios, pero no hay un cambio de la modalidad primario-exportadora de este extractivismo y tampoco se está cuestionando nuestra forma de inserción sumisa en el mercado internacional. Yo veo eso como una primera cosa. El discurso está ahí: hay una Constitución que abre la puerta para caminar hacia un posextractivismo, hacia una economía pospetrolera en términos más concretos y de más corto plazo. Hay un plan del Buen Vivir del gobierno de Correa donde establece las metas, los objetivos, los principales lineamientos, incluso hay algunas ideas de cómo sería ese proceso de transición, pero no hay en la práctica hechos que estén caminando en esa dirección. Ahora se discute, por ejemplo, el código de producción que vuelve a plantear como opción de desarrollo ya no la economía social y solidaria, sino una economía empresarial con una mayor participación de amplios sectores de la sociedad, con una mayor discusión de la distribución del ingreso y de la propiedad, pero no hay una transformación en marcha, sino la consolidación de un esquema empresarial.
–Entonces, en primer lugar, no se puede hablar de cambio estructural...
–Ese es el primer punto: no podemos hablar de cambio estructural, lo que se ha hecho es una reconversión del viejo extractivismo a un neoextractivismo o el extractivismo de siglo XXI, donde el Estado tiene una mayor participación en la renta minero-petrolera, donde el Estado controla de alguna manera la actividad de las empresas transnacionales, donde hay una mayor distribución de los ingresos provenientes de esas exportaciones a través de una política social bastante sostenida, pero que no deja de ser paternalista y clientelar, y ahí llegamos a otro elemento importante: se ha mejorado la inversión social pero no se está cambiando el patrón de acumulación y concentración de la riqueza, sino que se están distribuyendo, a través de la política social, los excedentes disponibles en tanto países productores y exportadores de materias primas. La pobreza sigue muy marcada en nuestro país, incluso tenemos información que la pobreza en 2009 subió en comparación con 2008 a pesar de que se incrementó notablemente la inversión social, que en los años de Correa pasó del 4 por ciento del PBI al 8 por ciento, y esto no sólo en términos relativos, sino absolutos. Pero no hay ese click cualitativo de romper un patrón de acumulación excluyente, que genera mucha pobreza y concentración de riqueza. La pobreza en los indígenas aumentó el último año de una manera notoria. Tenemos un segundo problema real y grave en este esquema: no sólo que no caminamos hacia una nueva forma de acumulación, que seguimos siendo primario-exportadores, sino que lo más grave para mí es que no se han creado las condiciones para una amplia y activa participación de los movimientos sociales. Esta es una situación sumamente preocupante.
–¿Qué capacidad tienen los movimientos sociales de afectar el patrón de acumulación?
–Lo primero que los movimientos sociales deberían hacer es replantearse su posición frente al gobierno y tener una perspectiva de más largo plazo. Su actual mirada cortoplacista les está haciendo perder la perspectiva histórica del proceso en marcha. Ya no vivimos los años previos al presidente Correa. En Ecuador hay algunos cambios sustantivos, algo que hace cinco años parecía imposible hoy es una realidad: ya no está más la base de los EE.UU. en Malta; ya no es posible plantear la firma de un TLC con los EE.UU. como hace algunos años; ya no hay la misma sumisión con el FMI y el Banco Mundial: el gobierno ecuatoriano ha reducido drásticamente la dependencia que teníamos del endeudamiento externo; tenemos una política económica contracíclica que hubiese sido impensable en otra época: se desarmaron todos unos fondos de estabilización petrolera que no eran para atender las demandas del país sino a los acreedores de la deuda pública, hay mucha más inversión social y es importante lo que se hace en salud, educación y vivienda popular, así como invertir 300 millones de dólares al año en carreteras. Entonces no nos podemos quedar diciendo que este gobierno traicionó o fracasó o retrocedió. Está construyéndose algo nuevo y hay elementos que deberían ser reconocidos y respaldados por los movimientos sociales. Apoyados sobre todo desde la Constitución, que es de avanzada. Los movimientos sociales e indígenas deberían reflexionar sobre qué sucedería si las fuerzas golpistas, que existen en nuestro país, logran sacar de juego a Correa: se viene todo esto abajo. Me temo que no vamos a estar en mejores condiciones, porque es muy probable que se desarme toda la Constitución. En Ecuador hacer constituciones es casi una tradición: tenemos veinte constituciones desde 1830, una cada diez años en promedio. Todos esos avances van a ser parte de un proceso de contrarrevolución, van a ser retirados con toda seguridad por los grupos oligárquicos, que van a identificarlos sólo con el gobierno de Correa, lo cual no es la realidad.
–¿Cree que es posible una tercera posición entre neoliberalismo y neodesarrollismo o hay que asumir al neodesarrollismo como proceso de transición posneoliberal?
–El neodesarrollismo podría ser asumido como una etapa de transición si hay la verdadera convicción de que se requiere ese paso para llegar a la etapa posextractivista, posdesarrollista. Lamentablemente no acabo de entender en el caso ecuatoriano cómo funcionaría eso cuando se plantea abrir la economía a la extracción de los recursos minerales a cielo abierto. Hay, de una u otra manera, una conciencia, más por necesidad que por convicción, de prepararnos para una economía pospetrolera. El petróleo se acaba, no interesa cuándo, pero ya llegamos a lo que se conoce como la cúpula de la campana de las reservas (campana de Hubbert) y ya estamos declinando, por eso tenemos que prepararnos. Pero para salir del extractivismo abrir la puerta a otra actividad extractivista, depredadora humana y ambientalmente, que nos va a sumir aún más en la dependencia externa, no me parece adecuado. La minería metálica a gran escala a cielo abierto no puede ser la vía para salir del extractivismo. Voy a poner un ejemplo para graficarles lo que estoy viendo y por qué me preocupa. Es como si tuviera un problema de drogadicción y para curarme el médico me dijera que los próximos meses me duplicará la dosis de drogas. Hay incoherencias muy marcadas en este sentido.
–¿Cuáles son las consecuencias de lo que pasó el 30 de septiembre con la sublevación policial, que aquí algunos llaman intento de golpe de Estado y otros, sin embargo, no aceptan tal caracterización?
–Yo identifico tres hechos indiscutibles. Primero: hubo sin lugar a dudas una conspiración fraguada semanas antes para que se produjera una movilización de policías y de fuerzas armadas, que se dio en casi toda la república a nivel de la policía (salvo tres provincias), en algunos recintos militares también, se cerró el aeropuerto de Quito, salieron los soldados a protestar en el Ministerio de Defensa, se cerró el aeropuerto militar de Latacuna y otras unidades más. Segundo hecho claro: el presidente estuvo de rehén; no estuvo totalmente secuestrado alejado del control del poder: no, él podía seguir hablando por celular, tenía contactos y manejaba lo que sucedía en el país, pero no podía salir del hospital si no firmaba un acta en la cual se comprometía a retirar todo lo que estaba afectando a los policías y, al parecer, policías y militares consiguieron posteriormente algo en ese sentido, pero Correo no firmó. Y en tercer lugar, al salir del hospital, Correa tuvo un intento de asesinato. Eso es innegable: hay videos y hay grabaciones policiales que muestran cuando la policía trata de asesinar a Correa y alguna gente a su alrededor cae herida o muerta. En ese contexto, la cuestión no es quedarnos discutiendo si hubo o no golpe de Estado. Lo que pasó fue que paralizaron al Estado, pero la cuestión son las respuestas políticas...
–¿Cuáles han sido?
–El problema es que yo no las veo de parte del gobierno, que hace énfasis en la pesquisa policial y judicial pero no está introduciendo los correctivos: no veo una convocatoria del gobierno para un gran diálogo nacional con los sectores sociales y políticos con los que caminó los primeros años de su gestión para elaborar y aprobar la Constitución. Hoy no existe ese diálogo social, no hay una búsqueda para establecer una base que nos permita construir colectivamente un escenario de expectativas compartidas. No hablo de compartir gobierno, hablo de otra cosa. No veo tampoco un cambio en la relación con los otros sectores de la sociedad. Hay que enfrentar a los grupos oligárquicos que están alentando a las fuerzas golpistas, de la reacción, pero no veo que haya canales para una relación más democrática. Esto se refleja en la Asamblea Nacional, cuando se abordan las leyes, que se tratan de imponer vía veto o cualquier otro mecanismo. No veo un cambio de actitud del presidente Correa: su actitud intolerante, prepotente, con rasgos autoritarios no es la causa de los problemas pero tampoco ayuda, más bien los agudiza, porque él ha generado conflicto con todos los sectores sociales y populares, con todos los movimientos políticos de izquierda. Y creo que el golpe también fue contra la izquierda, a la que veo bastante confundida y fragmentada.
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sábado, 1 de enero de 2011

Hoy somos todos Qom


Viernes, 31 de diciembre de 2010
OPINION
Hoy, somos todos qom
Por Norma Giarracca *
Félix Díaz y otros miembros de La Primavera, una comunidad qom de Formosa, llevaron a cabo en estos últimos días una huelga de hambre sensibilizando a la esquiva Ciudad de Buenos Aires acerca de los problemas de quienes nos antecedieron en la ocupación del territorio que hoy se conoce como la Argentina. Félix y su esposa Amanda hablan pausado y repiten una y otra vez todos los sufrimientos que atraviesan en una provincia que debería demandarse ante los organismos internacionales por su constante violación a la legislación nacional e internacional sobre derechos indígenas. Sólo basta seguir este acontecimiento que tiene como centro el territorio con una fuerte carga de violencia; buscar en los archivos de los programas periodísticos los atropellos del partido del gobernador durante los actos electorales; mostrar la tasa de muerte infantil indígena para darnos cuenta de que estamos frente a un proceso con fuertes connotaciones racistas cercano a un “etnocidio”.
En La Primavera habitan 850 familias, unas 4500 personas, entre ellas muchos niños, sobre 2500 hectáreas, y el conflicto actual tiene que ver con el reclamo de otras tantas hectáreas que los Qom pueden demostrar que les pertenecen como parte del proceso de reparación histórica que plantean leyes nacionales y tratados internacionales. El gobierno provincial aduce una serie de oscuras situaciones durante el siglo XX para restar esa franja de tierra del reclamo. Pero la verdad es que como siempre lo que está en juego es la tierra con su fuerte polisemia.
Los Qom sostienen allá en Formosa o aquí en la Avenida 9 de Julio y Avenida de Mayo que la tierra para ellos es la vida, es el elemento básico alrededor del cual organizan su existencia como comunidad, como familias. Esto que vienen repitiendo los qom, los kolla, los mapuche, los wichí y muchos otros, es un concepto tan simple como el que repiten los pueblos cordilleranos cuando dicen “el agua vale más que el oro”. Cualquiera que haya guardado un sentido común humano en su interior puede entenderlo. No obstante, el “hombre de negocio” no lo comprende: la tierra y el agua son mercancías con las que se hace dinero, con las que se obtiene ganancia. Eso es cultura neoliberal, eso es mercantilización de la vida y lo peor que puede ocurrir es que muchos gobernantes sean colonizados por tal cultura y que se nieguen sistemáticamente a considerar otros pensamientos del siglo XXI más acordes con los debates de América latina y sobre todo más adecuados para enfrentar el hostigamiento climático por el que atravesamos.
Cuando en gran parte de América latina, las poblaciones no indígenas comienzan a comprender la significación de las culturas indígenas, los principios del “buen vivir” y con cierto orgullo los pensadores, intelectuales y políticos comienzan a reflexionar sobre ello y ofrecer esas concepciones para ser discutidas por el mundo, nuestro país se resiste a salir de las ideas de los famosos “tiempos modernos”. De esto se trata, de que no se ancle al país en las viejas ideas decimonónicas o neoliberales de fines del siglo XX, de que no se piense el futuro en base a un desarrollismo extractivista (soja, minería) que nos reenvían aún más lejos: a los enclaves coloniales. También se trata de “derechos”, nuevos derechos, derechos colectivos y de “pluralismo jurídico”. No cumplir con estos derechos es otra gran muestra de atraso en nuestro país, cuya vocación “modernizadora” lo hace presa fácil de la devastación global y colonial sostenida en un pensamiento ya demasiado cuestionado. Terminar el año con los Qom en Buenos Aires y no en sus territorios, en comunidad, nos muestra algo nada bueno como sociedad; no ser escuchados como corresponde y resueltos sus problemas por las autoridades pertinentes nos empobrece en nuestras densidades ciudadanas. Porque en este fin de 2010, todos somos Qom.
* Socióloga. Profesora e investigadora del Instituto Gino Germani. UBA
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